Antes de ponerte a escribir es importante que te respondas a varias preguntas. Hace tres años me encontraba frente a mi ordenador con una hoja en blanco de Word abierta. El cursor parpadea esperando que cumpliera uno de mis objetivos de año nuevo: escribir una novela. Estaba muy motivada, tenía más ganas que nunca pero, ¿por dónde empezar?

Yo, muerta de miedo asomándome al camino incierto
que me estaba esperando
En lugar de planificarme para tener un mapa del laberinto por el que me iba a meter, me lancé a escribir las cuatro escenas que tenía claras en mi cabeza. Así que, si pudiera volver atrás, hablaría con mi yo del pasado y le diría: «Hazte estas tres preguntas antes de ponerte a escribir y todo será más fácil».
1. ¿DE QUÉ GÉNERO VA A SER MI NOVELA?
Me iba a pasar más horas de las que imaginaba dándole vueltas a la trama de mi novela y lo mejor era escribir sobre un género que me encantara y que conociera.
Pues bien, yo no me planteé esta pregunta hasta que la terminé y creo que fue un error. De hecho al principio quería que fuera una novela fantástica, romántica y juvenil pero descarté la parte de fantasía porque llegó un punto que no sabía cómo seguir y volví de nuevo a la casilla de salida.
Saber el género me habría ayudado a tener claro por dónde tirar, a definir mejor el camino y a conocer los ingredientes que no podían faltar. Existen varios libros que te enseñan cómo escribir cada uno de los géneros. Si has elegido escribir fantasía este es el tuyo.

—¿Cuál dices que es el ingrediente secreto de tu novela?
—El que usaba mi abuela: mucho amor.
2. ¿QUÉ QUIERO TRANSMITIR?
La respuesta a esta pregunta es el hilo conductor de cualquier novela. Yo, cuando la empecé, no tenía muy claro hacía dónde me dirigía. Aunque a medida que avanzaba supe que quería contar una historia en la que, a pesar de las dificultades, la protagonista fuera consciente de que su forma de reaccionar ante la realidad estaba directamente relacionada con su felicidad. Esa idea era la que siempre me rondaba cuando me sentaba a escribir. ¿Cuál es la tuya?
3. ¿QUÉ TEMAS CONOZCO EN PROFUNDIDAD?
Es más fácil escribir sobre lo que conoces. Eso no quiere decir que tu novela tenga que ser autobiográfica. Puedes meter elementos que domines y eso te hará tener más seguridad sobre la trama. En mi novela hablo sobre la Terapia Ocupacional y el daño cerebral porque son dos ámbitos que conozco muy bien y con los que me siento cómoda. Eso no quita que no puedas escribir sobre un tema nuevo para ti. Si tu libro va ir sobre una historia de amor entre dos esquimales en el Polo Norte tendrás que investigar cómo se vive por esas tierras.

El hotelito donde vivieron su primera noche de pasión la pareja de esquimales protagonista de tu novela.
Estas tres preguntas te ayudarán a centrarte para poder avanzar a lo largo del camino que te queda por delante. Como todo, es opcional. Si a ti te encantan las novelas de terror pero te animas a escribir una de género romántico, adelante. Te hará salir de tu zona de confort y eso siempre es bueno. Te tomará más tiempo y se te hará más cuesta arriba pero puedes hacerlo. Lo mismo pasa si quieres escribir sobre un tema que no conoces. Seguro que aprenderás un montón durante el proceso de investigación hasta que lo domines.
Aquí van cuatro ejemplos prácticos respondiendo a las tres preguntas que te he planteado antes de ponerte a escribir:
GÉNERO | QUÉ QUIERES TRANSMITIR | QUÉ TEMAS CONOCES | EJEMPLO DE ARGUMENTO |
Misterio | El valor de la amistad | Arquitectura | Dos amigas de la carrera montan un estudio de arquitectura y en uno de sus proyectos descubren que la hija de la pareja ha matado al vecino… |
Romántica | La libertad en las relaciones de pareja | Botánica | Ella trabaja en un hospital psiquiátrico con una gran zona verde, él es un paciente que cada viernes la observa mientras está en su taller de jardinería…. |
Fantasía | La importancia de saber escuchar | Cocina | Fran es camarero en un restaurante de éxito cuando descubre, tras una discusión con su jefe, que tiene el poder de retroceder diez minutos en el tiempo… |
Histórica | Toda decisión tiene sus consecuencias | Administración | Pedro es el monje que se encarga de la contabilidad de la abadía y, sin querer, descubre que el dinero para la renovación del claustro se está destinando para ocultar la segunda vida del Padre Prior… |